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  • Andrés Julián Chiriboga Villacreces

Análisis de “El jardín de los senderos que se bifurcan” de Jorge Luis Borges

Jorge Luis Borges nacido en Argentina en el año de 1899 y fallecido en Suiza en 1986, fue un escritor, poeta, ensayista argentino. Fue considerado como uno de los literarios más relevantes del siglo XX. Su obra se basa sobre todo en la literatura e ideas sobre el universo, descarta el dogmatismo. Borges de igual manera fue reconocido como uno de los más relevantes eruditos del siglo XX. “El jardín de los senderos que se bifurcan” es una obra escrita en el año de 1941, reconocida como una de las más importantes del autor argentino. “El jardín de senderos que se bifurcan es una enorme adivinanza, o parábola, cuyo tema es el tiempo” (Borges, 1941, pág. 5), Borges utiliza su libro para confundir al lector y llevarlo por un camino distinto, saliendo del tema principal del libro y retomándolo al final. La cita mencionada hace que todo sea más confuso, al explicar que a lo que se refería del laberinto, no es espacial, sino temporal.


El texto de Borges trata de una misión en la que un hombre debe buscar a otro y cumplir un objetivo, en su recorrido al lugar donde lo va a encontrar se percata que está siendo perseguido por un irlandés que está a las órdenes de Inglaterra. Albert, a quien debe matar Yu Tsun, lo considera como amigo y lo invita a pasar ya que lo reconoce como el bisnieto de Ts'ui Pên. Por ello se comienza el diálogo acerca de dos proyectos de Ts'ui Pên, un libro interminable y un laberinto. Tras una serie de explicaciones, ambos concluyen en que el laberinto es el libro, ya que se dan cuenta que en algunos capítulos mueren los personajes y más adelante vuelven aparecer. El laberinto no es espacial, sino que es temporal. Tras todos los comentarios Yu Tsun se da cuenta que Madden, su perseguidor lo encuentra, y con ello recuerda su misión, asesinar a Albert. Tras matarlo su misión está concluida y el queda preso a manos de Madden.


El cuento de Jorge Luis Borges se presenta en primer lugar como una obra detectivesca o policiaca por la persecución y misión que se indican al comienzo del cuento. “Debo huir. Me incorporé sin ruido, en una inútil perfección de silencio, como si Madden ya estuviera acechándome.” (Borges, 1941, pág. 1), sin si quiera iniciar la misión, Yu Tsun ya sentía la presión de aquel hombre, como si ya lo estuviera cazando. Todo gira en torno a esta situación hasta el momento en que llega a la casa de Albert, donde la historia da un giro completo, y el lector se pierde, esa es la idea de Borges, al escribir “El jardín de los senderos que se bifurcan”, confundir al lector, jugar con el intelecto del mismo.


Como se ve, el título nada tiene que ver con el inicio del cuento, la historia comienza con la mención de una guerra, para la fecha hacemos referencia a la primera guerra mundial, más específicos, mientras se desarrollaba la Batalla del Río Somme. Dicha batalla tenía el propósito de distraer a las tropas alemanas de la batalla de Verdún. Algo similar con lo que sucede en este cuento, ya que se distrae al lector y luego se regresa con lo que se empezó en el cuento. Como se ve la explicación del laberinto y el libro interminable distrae al lector del objetivo final, pero ya cuando se da cuenta que está a punto de fallar, re toma su misión y la cumple y es ahí cuando se acaba el cuento de Borges.


“Volví a sentir esa pululación de que hablé. Me pareció que el húmedo jardín que rodeaba la casa estaba saturado hasta lo infinito de invisibles personas. Esas personas eran Albert y yo, secretos, atareados y multiformes en otras dimensiones de tiempo. Alcé los ojos y la tenue pesadilla se disipó. En el amarillo y negro jardín había un solo hombre; pero ese hombre era fuerte como una estatua, pero ese hombre avanzaba por el sendero y era el capitán Richard Madden.” (Borges, 1941, pág. 6).


Como se aprecia en la cita anterior, Yu Tsun al estar pensando en todo lo que estaba hablando con Albert, cae en cuenta que había un solo hombre, su perseguidor que ya lo había alcanzado e iba a lograr evitar que se cumpla su objetivo, por lo que tuvo que actuar rápido y acabar con Albert.


“La característica principal del laberinto, marca esencial de la ficción borgiana, es su complejidad, pero también su aparente sencillez. Y esa sencillez se inicia en el título «que aturde con su infamia» al colocar en la historia universal un dato contradictorio que la pone al revés.” (Glantz, 1980, pág. 22). En esta cita, Margo Glantz explica en parte lo mencionado en el análisis del texto de Borges, “El jardín de los senderos que se bifurcan”. Borges utiliza la ficción en sus obras, para darle una característica distinta, al igual que algunos de sus libros tratan de temas filosóficos, este cuento es uno de ellos, ya que pone de manifiesto un análisis sobre el tiempo y en especial sobre situaciones que no pasaron, pero que en otra dimensión si están pasando, una telaraña de sucesos. “En todas las ficciones, cada vez que un hombre se enfrenta con diversas alternativas, opta por una y elimina las otras; en la del casi inextricable Ts’ui Pên, opta -simultáneamente- por todas. […]En la obra de Ts’ui Pên, todos los desenlaces ocurren; cada uno es el punto de partida de otras bifurcaciones. Alguna vez, los senderos de ese laberinto convergen” (Borges, 1941, pág. 5).


“Tlön, Uqbar, Orbis Tertius” de igual forma es una historia escrita por Jorge Luis Borges, considera como la obra más extensa del autor. La relación que se muestra con “El jardín de los senderos que se bifurcan” es con respecto a los espejos que mencionan y el laberinto. En “Tlön, Uqbar, Orbis Tertius” se dice que los espejos multiplican el número de hombres, es decir, que se crean varios mundos paralelos a través de uno solo, “Uqbar había declarado que los espejos y la cúpula son abominables porque multiplican el número de los hombres.” (Borges, Tlön, Uqbar, Orbis Tertius , 1941, pág. 1). Y por su parte como se ha mencionado anteriormente, en “el jardín de los senderos que se bifurcan” el laberinto hace referencia a varios mundos paralelos, pero no en espacio, sino temporal. Los espejos por su parte se refieren a varios mundos espaciales.


Borges dentro de su historia, explica un tema en el que se pierde en tiempo, que ve como si todos los sucesos ocurrieran a pesar de que en el momento en el que se vive, solo pase un suceso. Utiliza varios elementos para distraer al lector del objetivo principal de la historia, con el que se inicia todo, mas al final, se regresa a mostrar sus intenciones con las que inicio su historia. Borges dentro de su historia pone ciertos puntos de vista filosóficos que confunden al lector y permiten que este trabaje su imaginación de lo que se refiere.

Bibliografía

Borges, J. L. (1941). El jardín de los senderos que se bifurcan . Buenos Aires.

Borges, J. L. (1941). Tlön, Uqbar, Orbis Tertius . Buenos Aires.

Glantz, M. (1980). Borges: ficción e intertextualidad. En M. Glantz, Rev. Intervención y pretexto (págs. 21-28). México: UNAM.

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